________________Dorothea Lange en acción______________No hace mucho tiempo, tuve la grata sorpresa de descubrir una fotógrafa que me resulta muy interesante. Tiene una biografía que, por si sola, ya podría ser guión cinematográfico; intensa y plena, al menos en lo artístico y profesional.
Dorothea Lange, se formó como fotógrafa dentro de la rutina academicista que se seguía en aquellas primeras décadas del siglo XX, dentro de la corriente pictoralista, que trataba de someter la fotografía a los dictámenes de la pintura, y resolver aquella con los postulados técnicos y los recursos de esta. Pero pronto sabrá superar este encorsetamiento, sobre todo cuando decide salir a la calle y hacer del mundo, del paisaje puro, de la realidad social y de la América profunda el objeto que persigue su objetivo.
Tuvo contactos con otros fotógrafos del momento, conoció principalmente a Paul Strand, Imogen Cunningham y Willard Van Dike, por lo que frecuentará al grupo f/64, grupo de fotógrafos que pretendían lograr para la fotografía la consideración de arte por sí misma, con independencia de otras disciplinas.
Su obra principal, tal vez la que le ha dado el gran reconocimiento, se desarrolla en la década de los años 30 del pasado siglo, cuando tuvo el encargo de fotografiar la situación del campo en Estados Unidos, la situación de los inmigrantes aparceros, la situación de las explotaciones agrícolas tras el “crack” del 29, tras la gran depresión que llevó la pobreza y la angustia a esas zonas del gigante americano.
___________________Madre migrante_________________Su obra tiene un doble valor, artístico y documental, fotográfico y sociológico. Fotografió las minorías, fotografió posteriormente los campos de internamiento de los americanos de origen japonés durante los años 40. Su obra llegó a exhibirse en el MOMA de Nueva York, todo un bautizo y un reconocimiento a una mujer con carácter y con coraje.
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