España, los españoles, somos un pueblo formado por muchos pueblos. Desde los fenicios y griegos, desde la llegada de los pueblos hallstátticos, cartagineses, romanos, árabes y bereberes… ¿Cuál es la esencia de nuestros ancestros?
Hasta hace poco tiempo, además, hemos sido también un pueblo de emigrantes. ¿Se nos ha olvidado quienes fundaron la ciudad de Montevideo en Uruguay, San Antonio de Texas, y otras tantas y tantas ciudades americanas? ¿Quién no tiene o ha tenido un familiar emigrante?
En España, la emigración tuvo un doble sentido, una doble utilidad. Por una parte trasladó fuera del territorio a una parte importante de la población excedentaria, en época de carestía de trabajo y de recursos, en época de hambre, y por lo tanto permitió que los que se quedaban viviesen mejor. Pero por otro lado, aseguró la mejora del país con las remesas de dinero en divisas que nos llegaban desde Alemania, Francia, Bélgica…y antes desde Cuba, Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela…

Sí, todos somos o hemos sido emigrantes, o al menos hemos vivido y sobrevivido gracias a la emigración, de una manera o de otra.

Y si todos hemos sido emigrantes, por qué ellos no pueden serlo tambíén, por qué no podemos ejercer el deber de asilo, el deber de ser tolerantes, de ser solidarios, no excluyentes, integradores en una nueva sociedad multiétnica y multicultural que nos haga avanzar a todos por igual, mismos deberes mismos derechos...¿Por qué no?